miércoles, 1 de octubre de 2008

Reestreno de Galette

Galette surprise et son coulis de fruits rouges
Desde el Viernes 3 de Octubre 20hs
Teatro del Viejo Palermo. Cabrera 5567. 4777-4900

De yapa, porque no sabemos muy bien que poner, otro texto no utilizado en la obra.

EL MOZO. – No, claro, yo eso lo entiendo. Pero suponiendo que yo quisiera decirle alguna cosa… O, por ejemplo, suponiendo que yo quisiera saber si algún hijo de ella es también hijo mío… Tengo derecho, ¿no? ¿O qué? Si, por ejemplo, yo quisiera un análisis de ADN, ¿qué? ¿No van a dejarme entrar? ¿Me van a revolear un “negativo” así como así, sin ningún tipo de apoyo psicológico? ¿En una fría carta certificada con un sobre del consulado de… lo que sea? Porque yo sé que tengo que decir que no me quiero quedar allá, así como todo el mundo dice que es mejor que no le ande diciendo todo lo que la quiero. Entonces, yo tengo que decir que no me quiero quedar allá y es cierto, nomás, porque a mí este lugar no me cae ni bien ni mal, y ya hasta me acostumbré a los números de colectivos, pero ahora pienso que si digo lo que realmente pienso ustedes no van a creerme, porque van a pensar que miento. Entonces pienso que es mejor decir que me voy a quedar. Que ustedes me van a decir que no, que está todo lleno de gente ya, y que no puedo quedarme. Ahí yo les digo que está bien, les hago creer que me convencieron, cosa que es más fácil de creer, ustedes se quedan más que tranquilos pensando que entendí todo. Y ahí recién es donde ustedes y yo coincidimos en el punto que queremos coincidir. Porque coincidir de entrada es sospechoso... Mire… miren, a mí me da un poco lo mismo vivir ocultándome que vivir paseando chocho por la calle. Me da lo mismo. Por eso es que yo les dije a los policías que si les parecía que yo había sido el asesino, que le dieran para adelante. Porque me da lo mismo también la legalidad que la ilegalidad. Yo quiero saber que si ella se va yo puedo perseguirla. Yo quiero saber que puedo seguirla de cerca. No es para atormentarla, ni para hacerle algo malo. No. Yo quiero estar ahí para cuando necesite cualquier cosa. Mirarla. No siempre, ¿eh?, cada tanto, nomás. Pero ella no me va a avisar si se va. Y ustedes deben tener miles de computadoras…­